domingo, 26 de febrero de 2012

3ª.- La información digital en la geografía e historia

Las bibliotecas digitales:

La información digital en historia es sencillamente, ingente, enorme, ilimitada. Las bibliotecas digitales abundan en la web. Puestas a disposición del ciudadano interesado, por parte de Universidades, Organismos Oficiales (tanto nacionales como internacionales), empresas de toda índole, Organizaciones no Gubernamentales, sectores artísticos, etc. suministran una información infinita. Cualquier dato histórico, geográfico, económico, cartográfico, artístico, cinematográfico… está al alcance de la mano a través de estas bibliotecas digitales.
Hemos visitado veinte de ellas:
1)  El portal Manuscript@CSIC: http://manuscripta.bibliotecas.csic.es/ 
4) Cartografía de Andalucía (ETSA): http://institucional.us.es/rrcartografia/
5) Blog de Cine de la ETSA: http://zonacine.us.es/ 
…..                                                          

Entre otras.

En ellas hemos visto manuscritos árabes, hebreos, persas, turcos,… información cartográfica con imágenes de mapas de diferentes siglos, revistas, periódicos, etc. algunas de ellas, a su vez, nos remiten a nuevas bibliotecas digitales. Hemos comprobado que el multilingüismo de estos entornos digitales hace que el idioma no sea un obstáculo. En definitiva la información es amplísima, un verdadero dédalo, no exento de versiones diferentes sobre un mismo acontecimiento histórico, o sobre un mismo dato geográfico o económico-político; por tanto ha de ser contrastada y tratada, esta información, con rigor por parte del visitante y del historiador que maneje los datos.
Ante la inmensidad de la información que encontramos en estas bibliotecas digitales, debemos actuar, en busca de la verdad, con la sobriedad y la cautela del rigor escrupuloso y crítico, alejándonos de la subjetividad y manteniéndonos, siempre que sea posible, en la objetividad científica.
La reflexión final que suscita la visita de este intrincado laberinto de bibliotecas digitales, de esta “Biblioteca de Babel” (que dijo  Borges), me lleva a formularme varias preguntas de las que destaco dos:
¿De qué herramientas disponemos como historiadores para no perdernos, cuál sería nuestra “Soga de Teseo” que dijo Cervantes?.
¿En algún momento habremos de tomar inevitablemente, en este laberinto, decisiones subjetivas para encontrar la verdad?

sábado, 18 de febrero de 2012

2ª.- Alfabetizar en la era digital.


Primero una breve consideración sobre la alfabetización tradicional.
El concepto de alfabetización y por ende de analfabetismo, está directamente relacionado con el conocimiento de la lectura comprensiva y escritura comprensible. Saber leer y escribir.
España con una escolarización obligatoria hasta los 16 años, cuenta con una bolsa de analfabetos próxima al millón de personas, aproximadamente un 2,4%.
La tendencia descendiente de las dos últimas décadas se ha invertido en los últimos  años. La mayoría de expertos apunta a la inmigración como factor clave de la subida.
La crisis económica y la disminución de la emigración harán fluctuar esta tendencia.
Hoy nos ocupamos, en nuestro entorno como país del primer mundo, de un concepto nuevo: “la alfabetización en la era digital”
¿Qué grado de conocimiento debemos tener en las nuevas tecnologías para no ser considerados analfabetos digitales?
¿Debemos  saber manejar el correo electrónico, los móviles, descargar e instalar programas de la red, conocer y utilizar las redes sociales,…?
¿En qué medida somos capaces de adaptarnos a las constantes mutaciones de la era informática?
Si tenemos en cuenta por ejemplo que las redes sociales son usadas por un 70%, estaríamos hablando de una tasa de analfabetismo digital del 30%. 
Esta era digital en constante cambio, tiene la ventaja de una dimensión pedagógica, que se enfrenta a este analfabetismo digital. Cada vez los recursos informáticos son más inteligibles y accesibles al ciudadano. Instalar un programa hoy en un ordenador, es prácticamente usar el dedo índice de una mano a golpe de ratón; enviar correo electrónico,  navegar por la red, enviar mensajes con móvil, usar las redes sociales, manejar PDA, GPS, EBOOK,… no requieren grandes esfuerzos.
Por tanto, si la supuesta tasa de analfabetismo digital es aún alta y supeditada a factores económicos, es más dramático el analfabetismo tradicional, el hecho de que una persona no sepa leer ni escribir. No obviamos en esta reflexión la alfabetización tradicional y digital en los países pobres, que merecerían episodio aparte.

jueves, 9 de febrero de 2012

1ª.- La información en un entorno digital y en red.-

La información analizada en esta unidad suscita más que reflexiones subjetivas  ──que también──, interesantes constataciones palpables.
La primera de ellas, nos lleva a una comparativa entre el progreso industrial y el paralelo desarrollo del conocimiento, entendido éste en su aspecto del tratamiento de la información. Apuntamos que mientras el desarrollo industrial supone: recursos y costes apreciables, problemas logísticos como la obtención y agotamiento de materiales, el reciclaje,…; la información como base del desarrollo del conocimiento, gracias a la tecnología, está altamente disponible (con la sola necesidad de una permanente y cuidadosa actualización), de ambiciosa expansión y distribución a precios despreciables. Pocas dificultades son adversas a este desarrollo imponente,  limitación legislativa, ambigua y confusa y difícil de delimitar en comparación con precios tasables y controlables legalmente del desarrollo industrial y comercial.
La reflexión sobre el análisis de la información en el entorno digital merece párrafo aparte. El paso a la era digital y el destierro de la era analógica ha provocado un desarrollo exponencial en la capacidad de almacenamiento de datos de los nuevos computadores,  en la velocidad de cálculo numérico de los procesadores matemáticos inherentes a la era digital. Este desarrollo exponencial es apreciable en la vida cotidiana no sólo por personas adultas; un joven adolescente es ya consciente que,  a cada instante la tecnología, no sólo  nos sorprende con nuevos terminales ultra-finos y doblemente potentes, con funciones más sofisticadas, sino también con nuevas formas de comunicación, cada vez más dinámicas como son las redes sociales. En breve espacio de tiempo lo que hoy nos parece alta tecnología de vanguardia o aplicaciones impensables, mañana pasan a ser vestigios de la era digital. Son ellos los jóvenes los que han nacido en esta era y campan en ella a sus anchas.
El espacio (capacidad de memoria) y el tiempo (que se reduce con la velocidad de los procesadores) se debaten en  una supremacía soberbia, rompiendo toda métrica, imponiendo  nuevas unidades de medida, que han ascendido a peldaños lejanos de aquella escalera del sistema métrico decimal y binario.  
Este desarrollo brutal, en progresión geométrica (rápido), no solo ha creado una realidad nueva: virtual, interactiva, gratuita, selectiva y supranacional (Internet es el proscenio de esta realidad),  sino que además, orbita en un desarrollo igualmente exponencial de la ciencia, el arte, y demás ramas del saber como la medicina, dejando atrás a menudo a un mundo legislativo cuyo progreso aritmético (pausado) se ve desbordado por el devenir de los acontecimientos digitales en constante cambio, donde grandes ventajas y peligrosos inconvenientes se abren camino como en la vida misma.

miércoles, 1 de febrero de 2012

La ley SINDE nos deja SIN DEscargas

Durante la clase salió mucho la expresión "ley sinde", y observé que mis compañeros conocían y opinaban sobre la citada ley. Desconocía de que hablaban realmente, así que he buscado información.

¿Que es y como funciona la ley SINDE?


OJO CON LAS MANOS

El lenguaje  corporal tiene mucha importancia a la hora de hablar en público, muchas veces no somos conscientes de esa importancia y no la tenemos en cuenta. Este lenguaje se trasmite a través de los movimientos, gestos, actitudes, etc, e incluso, trasmitimos muchos datos diversos con partes tan insignificantes del cuerpo como pueden ser las manos.

El frotarse las manos denota una expectación positiva; las manos con los dedos entrelazados es un gesto con el que se intenta disimular una actitud negativa; cogerse las manos por la espalda indica un alto grado de seguridad. Colocamos la palma hacia arriba cuando queremos persuadir a otra persona de nuestro mismo status para que realice algo que deseamos, mientras que la palma hacia abajo implica una mayor autoridad.