Abordamos la última reflexión sintética de la asignatura, acceso y uso de la información histórica, transgrediendo los límites estrictos del temario y concluyendo el trabajo realizado en 19 semanas de análisis; casi cinco meses de evaluación de una variedad vasta de entornos digitales, redes sociales, bibliotecas interactivas, mundos cibernéticos y virtuales, nuevas relaciones interpersonales, visitas de lugares lejanos y de sitios remotos, legalidad e ilegalidad en internet, peligros y ventajas, autenticidad y plagio, retórica y oratoria, inteligencias colectivas y capacidades individuales, intimidad y privacidad, mundos futuros.
Valoramos el aspecto dinámico de la asignatura, amena y alejada de la monotonía. Especialmente cómodo ha sido el formato de trabajo, la web de la universidad, y la posibilidad de valorar las publicaciones en los blog de los demás compañeros.
Las ideas múltiples, nos han llevado por caminos intrincados; unas veces haciéndonos reflexionar sobre las nuevas tecnologías; otras recapacitando y sobreponiéndonos a nuestra sorpresa ignorante, descubridora de desconocidos procesos en la red; en ocasiones maravillándonos de la tecnología; otras en cambio alertándonos temerosos y tomando conciencia del desarrollo de un espíritu centinela y escéptico.
En cualquiera de los casos, valoramos hoy las sutiles aptitudes que hemos incorporado a nuestro conocimiento con la asignatura. Por un lado la capacidad de análisis objetiva; por otro la capacidad crítica fundamentada; también hemos desarrollado a base de ejercicio intenso, la búsqueda larga de informaciones, adquisición de hábito de lectura, familiarización con la tecnología, capacidad expresiva al plasmar en estos escritos del blog nuestros pensamientos, ideas y objeciones.
Dejamos en el tintero muchos elementos gratificantes de la materia, por no hacer extenso el escrito. Tras tantas entradas reflexivas de estos meses, permítame el lector, finalmente, concluir esta última entrada con una cita aristotélica:
“El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.”
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